5 hábitos que fortalecen el sistema inmunológico

Tu sistema inmunológico te mantiene sano, pero debes devolverle el favor para que siga funcionando de manera eficiente. Probablemente hayas visto muchos productos en el mercado que afirman "reforzar" tu sistema inmunológico o brindar "apoyo inmunológico".

Sin embargo, no es tan sencillo. En realidad, se trata de un sistema complejo que depende de muchas partes móviles. Por lo tanto, es mejor centrarse en reforzar el sistema inmunológico mediante hábitos saludables.

Aquí hay cinco hábitos clave para mantener su sistema inmunológico saludable y funcionando de manera óptima.

1. Centrarse en la nutrición


Una dieta saludable nutrirá su sistema inmunológico para que esté protegido contra las enfermedades. Si se enferma, un sistema inmunológico fuerte lo combatirá rápidamente. Si desea mantenerse saludable y evitar enfermarse, vaya al supermercado, no a la farmacia.


Estos son algunos de los mejores alimentos para tu sistema inmunológico:


Cítricos : los cítricos son ricos en vitamina C, un poderoso antioxidante que puede ayudar al cuerpo a combatir enfermedades. El cuerpo no puede producir ni almacenar vitamina C, por lo que es necesario obtenerla de los alimentos. La dosis diaria recomendada es de 90 mg por día para los hombres y de 75 mg para las mujeres.


Bayas : Las bayas están llenas de antioxidantes y vitamina C.


Verduras : Los pimientos morrones de colores brillantes tienen antioxidantes y vitamina C. El brócoli está repleto de vitamina C y vitamina E.


Verduras de hoja verde : Las verduras de hoja verde tienen todas las cosas buenas, como vitamina E, vitamina C y otros antioxidantes.


Frutos secos y semillas : Las almendras y las semillas de girasol aportan vitamina E y selenio.


Yogur : ¡Un sistema inmunológico fuerte comienza con un intestino sano! El yogur con cepas de bacterias vivas, también conocidas como probióticos, favorece la salud de las bacterias intestinales. El yogur también es una buena fuente de vitamina D, otra vitamina que refuerza el sistema inmunológico.


Té verde : el té verde es conocido por su EGCG, un poderoso antioxidante. Los estudios han demostrado que el EGCG puede ayudar a combatir enfermedades.


Alimentos antiinflamatorios : alimentos como las cerezas, el jengibre y la cúrcuma disminuyen la inflamación en el cuerpo, lo que ayuda a la respuesta inmune.


Por otro lado, también hay algunos alimentos que conviene evitar si se quiere mantener un sistema inmunológico sano. Una dieta rica en grasas saturadas, sodio y azúcar puede dificultar el funcionamiento de las células inmunitarias.

La grasa y el sodio dañan el sistema cardiovascular, mientras que el azúcar promueve la inflamación crónica nociva. Los tres pueden dañar la salud intestinal, lo que afecta directamente al sistema inmunológico.


En general, lo mejor que puedes hacer es centrarte en la variedad de tu dieta. Comer una bolsa de naranjas o beber un litro de té dulce no es suficiente. Una dieta saludable constante a lo largo del tiempo sí lo es.

2. Haga ejercicio regularmente


El ejercicio mantiene sanos todos los sistemas del cuerpo. De hecho, incluso un ejercicio ligero diario puede marcar una gran diferencia en el sistema inmunológico. Hace que la sangre circule y mejora la circulación, lo que ayuda a las células inmunitarias a detectar y combatir las enfermedades con mayor rapidez.


También es posible que el ejercicio ayude a que los pulmones se mantengan libres de bacterias dañinas. Por último, el ejercicio mantiene bajos los niveles de estrés, lo que también puede influir en la frecuencia con la que enfermamos.

3. Duerma lo suficiente

Dormir lo suficiente es importante para todos los sistemas del cuerpo. De hecho, los estudios han descubierto una relación directa entre la falta de sueño a corto y largo plazo y el debilitamiento del sistema inmunitario.


Aunque se necesitan más investigaciones para determinar exactamente por qué, los científicos creen que el sistema inmunológico trabaja más mientras dormimos. Durante este tiempo, otros sistemas funcionan más despacio y menos. Esto libera energía para que las células inmunitarias combatan las enfermedades y fortalezcan la inmunidad.

4. Evite los hábitos nocivos


Uno de los mejores hábitos es evitar hábitos nocivos como fumar y beber alcohol. Fumar daña los pulmones y el sistema cardiovascular, lo que dificulta la respuesta inmunitaria. Los pulmones dañados no pueden eliminar las bacterias dañinas del cuerpo. Un sistema cardiovascular que funciona mal no puede hacer circular células inmunitarias para combatir las enfermedades.


El consumo de alcohol es aceptable con moderación. Sin embargo, se ha demostrado que su consumo frecuente suprime directamente el sistema inmunitario .


Pasar demasiado tiempo en espacios interiores también podría afectar a tu salud inmunológica. Es más probable que seas sedentario cuando pasas tiempo en espacios interiores.

Salir al aire libre para tomar un poco de sol también permite que tu cuerpo active más vitamina D, por lo que es muy probable que también tengas deficiencia de vitamina D si pasas mucho tiempo en espacios cerrados. Esto es importante porque se ha vinculado el bajo nivel de vitamina D con un aumento de infecciones como el resfriado y la gripe.

5. Minimizar el estrés


El vínculo entre el cuerpo y la mente es real. En otras palabras, es necesario mantener bajo control la salud mental para favorecer la salud física. Según las investigaciones actuales, el estrés crónico a largo plazo causa más estragos en el sistema inmunitario que el estrés agudo provocado por un único acontecimiento.


El “estrés crónico” también se refiere a la depresión o ansiedad a largo plazo. Ambos debilitan significativamente la respuesta de las células inmunitarias cuando un virus o bacteria ingresa al cuerpo. Experimentar estrés crónico también puede reducir la eficacia de los anticuerpos producidos por una enfermedad previa o incluso por una vacuna.

Reflexiones finales


Tu sistema inmunológico depende de tu salud en general para funcionar correctamente y mantenerte completamente protegido. Si bien centrarte en cualquiera de los hábitos anteriores ayudará a tu sistema inmunológico hasta cierto punto, lo mejor es trabajar en todos los hábitos saludables mencionados en este artículo si quieres desarrollar un sistema inmunológico fuerte y saludable: nutrición, ejercicio, estrés, sueño y minimizar los hábitos no saludables.