El masaje, de una forma u otra, ha sido utilizado por diversas culturas en todo el mundo durante siglos y, en esa larga historia, se ha ganado una gran reputación por tratar... bueno, prácticamente todo.
Francamente, muchos de los supuestos beneficios del masaje carecen de evidencia científica. Sin embargo, hay muchos más que sí cuentan con una cantidad significativa de investigaciones que los respaldan.
Uno de los efectos positivos más reconocidos del masaje es la mejora de la recuperación muscular, que resulta de especial interés para deportistas y personas que hacen ejercicio. Pero, ¿cómo ayuda el masaje a la recuperación muscular? ¿Qué es lo que realmente ocurre?
Por qué es importante la recuperación
Para comprender realmente cómo el masaje ayuda a la recuperación muscular, es importante comprender primero qué le hace el ejercicio a los músculos y por qué es importante la recuperación.
Cuando haces ejercicio, especialmente de una forma nueva o desafiante, tus músculos sufren daños en forma de desgarros microscópicos en las fibras que los componen. En respuesta, tu cerebro inicia una compleja cadena de eventos que reconstruyen y mejoran los músculos afectados.
En lugar de simplemente reparar el daño, su cuerpo quiere asegurarse de que sus músculos sean lo suficientemente fuertes para poder manejar esa misma actividad en el futuro sin sufrir daños.
Y así es como el ejercicio nos hace más fuertes y mejora nuestro rendimiento atlético. La recuperación, por tanto, es vital para tu progreso físico.
Cómo ayuda el masaje
Si bien gran parte de ese proceso de recuperación muscular ocurre sin que nos demos cuenta, hay algunos efectos físicos de los que solemos ser muy conscientes. En concreto, estamos hablando de ese dolor punzante y rígido llamado dolor muscular de aparición tardía (DOMS) que aparece entre 24 y 48 horas después de un entrenamiento intenso.
Se sabe desde hace mucho tiempo que el masaje puede aliviar ciertos tipos de dolor, pero el mecanismo exacto de este alivio ha sido bastante controvertido. De hecho, muchos expertos han sugerido que la reducción del dolor es en realidad solo una respuesta a la sensación de relajación.
Sin embargo, según un estudio de 2012 de la Universidad McMaster , los efectos de reducción del dolor del masaje van mucho más allá de eso. Los investigadores descubrieron que el masaje ayuda a la recuperación muscular a través de dos métodos diferentes. En primer lugar, el masaje reduce la producción de una determinada célula inmunitaria llamada citocinas, que causa inflamación.
Pero el masaje también puede, y de forma más sorprendente, aumentar la cantidad de mitocondrias que se encuentran en las células musculares. Este orgánulo, conocido como la “central energética” de la célula, es responsable de la producción de energía. Al estimular el crecimiento de nuevas mitocondrias, las células pueden producir más combustible para impulsar el trabajo de recuperación que ya está en marcha.