Trabajar desde casa tiene sus ventajas.
Tienes más control sobre tu espacio de trabajo, disfrutas de un mejor equilibrio entre trabajo y vida personal, y tal vez simplemente sientes que tienes más opciones en cuanto a cómo estructuras tu día.
Incluso terminarás ahorrando tiempo y dinero porque puedes saltarte el viaje.
Pero a pesar de todos los beneficios que trae trabajar desde casa, también existen un par de desventajas.
A algunas personas les resulta más difícil mantenerse motivadas, ya sea por cuestiones de fitness o por objetivos personales, cuando pasan la mayor parte del tiempo en casa.
Para otros, el gran desafío es mantener una rutina y un horario de sueño consistentes.
El problema de los malos hábitos de sueño
Cuando tenías que estar en tu oficina a una hora específica cada día, no tenías otra opción que despertarte a la misma hora.
Y por mucho que hayas despreciado tener que salir de debajo de las mantas en las sombrías mañanas de invierno, mantuvo tus hábitos de sueño constantes.
Pero ahora puedes despertarte cuando quieras y acostarte cuando quieras, a menos que tengas una videollamada por Zoom a primera hora de la mañana con el equipo. Eso es genial, pero tal vez te des cuenta de que no te duermes hasta las 2 de la mañana y que también te despiertas tarde.
Y los días que tienes que levantarte temprano, terminas durmiendo menos de lo adecuado y eso arruina todo tu día.
Dormir bien es de suma importancia para llevar un estilo de vida saludable. Si no duermes bien con frecuencia, tu salud puede verse afectada de diversas maneras, entre las que se incluyen las siguientes:
- Puede sentirse irritable
- Es posible que su cerebro no funcione tan bien como de costumbre
- Podrías empezar a ganar peso.
- Tus antojos de comida chatarra pueden aumentar (parte de la razón del aumento de peso)
- Tus entrenamientos pueden verse afectados
- Con el tiempo, su sistema inmunológico puede debilitarse.
Además de todo esto, las personas que duermen mal de forma constante pueden tener un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2.
Pero no hace falta que te digamos que dormir bien es importante. Ya sabes que no estás en tu mejor momento sin dormir bien.
Entonces, la pregunta es ¿cómo arreglas tu horario de sueño cuando la rutina ha desaparecido?
Veamos algunas cosas que puede hacer para restablecer patrones de sueño óptimos.
Crea una rutina nocturna
Probablemente hayas oído hablar de los beneficios de una rutina matutina. Asimismo, tener una rutina nocturna también puede ayudar, especialmente en lo que respecta a los hábitos de sueño.
No necesita ser algo demasiado elaborado para ser efectivo.
Podría ser algo tan simple como limitar el tiempo que pasas frente a una pantalla antes de irte a dormir. O tal vez leer durante una hora (preferiblemente un libro físico).
Un hábito que muchas personas encuentran beneficioso es llevar un diario o practicar la atención plena. Estas prácticas pueden tener un efecto relajante y ayudar a conciliar el sueño más rápido.
Limite la exposición a la luz azul
Tus pantallas, ya sea la del televisor, la de tu computadora portátil o la de tu teléfono inteligente, tienen algo llamado luz azul.
La luz azul es de alta frecuencia y puede alterar la melatonina , una hormona que favorece el sueño.
Si debe usar sus dispositivos antes de dormir, instale una aplicación que bloquee la luz azul en su teléfono o computadora portátil.
Coma una dieta saludable
Comer una dieta saludable rica en frutas, verduras, proteínas de alta calidad y grasas saludables es beneficioso para el cuerpo de numerosas maneras.
Comer bien también favorece una mejor calidad del sueño. Hay algunas pruebas que sugieren que existe una posible relación entre un mayor consumo de frutas y verduras y una mejor calidad del sueño .
Si te resulta difícil comer una amplia variedad de verduras de forma constante, también puedes tomar un polvo superalimenticio verde como Naked Greens.
Uno de los ingredientes de Naked Greens es ashwagandha, una antigua hierba ayurvédica que ha demostrado tener un impacto positivo en la calidad del sueño .
Haga ejercicio regularmente, pero temprano en el día.
Por último, está el ejercicio. Al igual que una dieta saludable, el ejercicio es vital para la longevidad y la calidad de vida. La cantidad de ejercicio que hagas también puede afectar a tu calidad de sueño.
El ejercicio puede afectar el sueño de diversas maneras. Se ha demostrado que mejora el estado de ánimo y reduce el estrés, lo que puede favorecer un mejor sueño.
Además, si te agotas físicamente, es lógico que estés más cansado y te resulte más fácil conciliar el sueño.
Pero si ha tenido problemas para conciliar el sueño después de hacer ejercicio por la noche, intente cambiar sus entrenamientos a la mañana.
Ya sea que vayas al gimnasio o hagas tus ejercicios en casa, hacerlo temprano en la mañana puede hacer que te sea más fácil relajarte a una hora razonable por la noche.
Reflexiones finales
En algún momento u otro, a la mayoría de nosotros nos pasa. Nuestra rutina de sueño se va al traste y la calidad de nuestro descanso se ve afectada.
Y a menos que lo solucionemos, pronto comenzaremos a experimentar otros problemas como mayores antojos de comida chatarra, deterioro de la función cognitiva e irritabilidad.
La buena noticia es que con un poco de planificación y disciplina, puedes empezar a cambiar gradualmente tus hábitos de sueño para volver a una rutina óptima.