Aunque hidratarse parece algo bastante simple, es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Todos hemos tenido esos días en los que es media tarde y te das cuenta de que apenas has bebido agua en todo el día.
Sin embargo, mantenerse hidratado es muy importante para nuestra salud y bienestar. Las vidas ajetreadas pueden dificultar mantener una hidratación óptima.
Este artículo explicará por qué la hidratación es tan importante, qué puede pasar si no estamos adecuadamente hidratados y cinco consejos para ayudarle a mantenerse óptimamente hidratado.
¿Por qué es importante la hidratación?
Nuestro cuerpo está compuesto por aproximadamente un 60 % de agua, y es necesaria para prácticamente todas las funciones del cuerpo humano. El agua ayuda a descomponer y absorber los nutrientes de los alimentos y puede ayudar a la motilidad del tracto digestivo.
El cuerpo también necesita agua para lubricar las articulaciones y los músculos, controlar la temperatura corporal y transportar nutrientes por todo el cuerpo.
¿Qué sucede con la mala hidratación?
Si no estamos adecuadamente hidratados, podemos experimentar fatiga, mareos, dolores de cabeza o incluso dolores musculares.
Si no consumimos suficientes líquidos, podemos notar una caída en los niveles de energía e incluso un cambio en la función digestiva e inmunológica.
Cinco consejos para mantener una hidratación óptima
1. Tome un suplemento de electrolitos después de sudar mucho
Después de hacer ejercicio intenso o simplemente por haber estado en un clima caluroso, es importante reponer los líquidos del cuerpo con algo más que agua. Cuando sudamos, perdemos electrolitos, como potasio, sodio y calcio, y reponerlos es importante para sentirnos lo mejor posible.
Para restablecer rápidamente el estado de hidratación del cuerpo, tomar un suplemento de electrolitos es una forma eficiente y eficaz de hacerlo. Además, puedes llevar el suplemento contigo a todas partes, lo que lo convierte en una forma cómoda de mantener el cuerpo hidratado de forma óptima.
Además, los suplementos de electrolitos se han relacionado con un mejor rendimiento atlético y tiempos de recuperación más rápidos.
Al elegir un suplemento de electrolitos, elija uno que esté libre de azúcares añadidos e ingredientes artificiales como Nakedade .
2. Beber agua a primera hora de la mañana
Para empezar bien el día y despertar el sistema digestivo, empieza el día con un vaso grande de agua. Antes de tomar café o desayunar, asegúrate de beber al menos 300 ml de agua.
Cuando duermes, no puedes seguir bebiendo agua como lo hacías durante la noche, pero tu cuerpo sigue perdiendo líquidos a través del sudor e incluso de la respiración. Cuando te despiertas, es un buen momento para empezar a beber líquidos, ya que probablemente hayan pasado varias horas desde el último sorbo de agua.
3. Añade sabor para que tu agua sea más divertida
Si usted es una persona a quien le resulta difícil alcanzar sus objetivos diarios de líquidos, intente hacer que su agua sea más interesante añadiéndole un poco de sabor.
Puedes optar por infusionar el agua con frutas como piña, bayas, melocotones, naranjas, limones o limas, por nombrar algunas. Añadir hierbas como menta o albahaca también puede mejorar el sabor del agua.
Experimenta con distintas combinaciones de sabores para ver cuáles te gustan más. Si te gusta el sabor, es probable que bebas más, lo que te ayudará a mantenerte hidratado.
4. Establezca objetivos diarios y lleve un registro de su consumo de líquidos
Simplemente establecer un objetivo diario de cuánta agua desea beber puede ayudarle a mantenerse motivado y desarrollar el hábito.
Quizás te preguntes qué cantidad de líquido deberías beber cada día. Como regla general, los hombres deberían beber 3000 ml al día y las mujeres 2200 ml al día ( 1 ). Las investigaciones muestran que exceder esta cantidad de líquido no tiene grandes beneficios para la salud, excepto para quienes padecen ciertas afecciones médicas, como cálculos renales.
Sin embargo, es importante prestar atención a las necesidades de tu propio cuerpo al final del día. Si haces ejercicio intenso y sudas mucho, tu cuerpo podría necesitar más de la cantidad diaria recomendada. Presta atención a tu nivel de sed y al color de tu orina para comprender mejor qué tan hidratado puedes estar o no.
5. Consuma una dieta rica en alimentos hidratantes
Podemos satisfacer las necesidades de líquidos de nuestro cuerpo con algo más que agua. De hecho, hay muchos alimentos que son muy hidratantes y pueden ayudarnos a mantener una hidratación óptima.
Algunos alimentos ricos en agua son determinadas frutas y verduras, como melones, bayas, melocotones, ciruelas, pimientos, tomates y pepinos. Los productos lácteos, como la leche y el yogur, también son una buena forma de obtener líquidos y electrolitos como potasio, calcio, sodio y fósforo.