Durante mucho tiempo, muchos, incluidos expertos en dietética, consideraron que existían pruebas sólidas que sugerían que las personas deberían limitar su consumo de proteína animal.
Si bien la ciencia detrás de este estudio ha sido en gran medida controvertida, el debate se reavivó hace varios meses cuando un nuevo estudio planteó más preocupaciones sobre la carne roja y la procesada.
Posible vínculo con el cáncer
Aunque desde hace varios años se ha ido acumulando evidencia de un vínculo entre la carne roja y procesada y el cáncer, un análisis de 2015 realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) proporcionó el testimonio más contundente.
Tras analizar los resultados de más de 800 estudios, la OMS ha podido clasificar oficialmente la carne procesada como carcinógena. Ahora también se considera que la carne roja es “probablemente cancerígena”, aunque las investigaciones al respecto aún son un poco contradictorias.
¿De qué estamos hablando?
Pero, ¿qué es exactamente lo que la OMS clasifica como carne roja y procesada? Como ya sabrá, la carne roja incluye la de vaca, cordero y cabra.
Sin embargo, la carne procesada es un término mucho más general y se refiere a cualquier cosa que haya sido "transformada a través de salazón, curado, fermentación, ahumado u otros procesos para mejorar el sabor o mejorar la conservación".
Esto incluiría productos de carne blanca y aves de corral que hayan pasado por estos procesos. Para que quede claro, este estudio indica que productos supuestamente saludables como el tocino de pavo y las salchichas de pollo en realidad conllevan un mayor riesgo de cáncer (debido al procesamiento) que un filete.
Alternativas seguras
Entonces, nos queda una pregunta bastante importante: ¿cómo podemos cubrir de forma segura nuestros requerimientos diarios de proteínas?
A la hora de buscar una alternativa, es importante que busques algo que se haya cultivado y producido de forma orgánica, una fuente de proteínas que no traiga consigo su propia lista de problemas. Esto puede resultar complicado, ya que muchos polvos, bebidas y barras de proteínas están sobreprocesados y cargados de sustancias potencialmente dañinas.
Afortunadamente, hay muchas fuentes de proteínas orgánicas disponibles que pueden ser útiles en esta difícil situación.
Naked Nutrition se enorgullece de ofrecer una gama de productos producidos orgánicamente y mínimamente procesados para ayudarte a satisfacer tus necesidades nutricionales sin tener que preocuparte por los posibles efectos secundarios. Los polvos de proteína de origen vegetal , como la proteína de arroz y de guisante, son especialmente interesantes en este sentido.
No sólo son fuentes sólidas de proteínas de calidad, sino que están llenas de micronutrientes y antioxidantes que podrían ayudar a prevenir el efecto cancerígeno de otros alimentos.
Incluso las proteínas lácteas más tradicionales, como el suero y la caseína , pueden resultar útiles en este caso. Como proceden de ganado criado de forma orgánica y alimentado con pasto, estos polvos de proteína orgánica no contienen pesticidas ni otros productos químicos nocivos.
Además, estos polvos de proteína también se procesan mínimamente para evitar tanto limitar sus beneficios naturales como introducir sustancias dañinas.
