El colágeno, palabra derivada del griego “ pegamento ”, funciona de manera similar al pegamento para mantener unidos nuestros cuerpos. El colágeno es la proteína más predominante en el cuerpo humano y representa entre el 25 y el 30 % de las reservas totales de proteínas.
El colágeno es una proteína fibrosa dispuesta estructuralmente en una triple hélice de dos cadenas proteicas idénticas y una ligeramente diferente, similar a una escalera de caracol. Cada una de estas estructuras de colágeno se denomina fibrilla de colágeno.
Los aminoácidos (los componentes básicos de las proteínas) que se encuentran más comúnmente en el colágeno incluyen glicina, prolina, hidroxiprolina y alanina.
Aunque actualmente se reconocen al menos 16 tipos diferentes de colágeno , solo 5 son dignos de mención por sus funciones en los seres humanos, y los tipos I, II y III representan entre el 80 y el 90% del colágeno que se encuentra en el cuerpo.
El colágeno tipo I es el más común y constituye aproximadamente el 90 % de las reservas de colágeno del cuerpo. El colágeno tipo I cumple principalmente una función estructural , ya que proporciona fuerza a los huesos, la piel, los dientes, los tendones, las córneas, los cartílagos, las uñas y otros tipos de tejidos conectivos.
La masa ósea tiende a disminuir con el envejecimiento, y la disminución de la densidad ósea y el aumento del riesgo de fracturas son comunes en los ancianos. El suplemento de colágeno puede ayudar a los adultos mayores, especialmente a las mujeres posmenopáusicas, a evitar o minimizar este deterioro óseo.
De manera similar, el colágeno puede mejorar la masa y la fuerza muscular en personas cuyos músculos se han atrofiado debido al envejecimiento.
Las funciones del colágeno tipo II son la flexibilidad y la elasticidad . El colágeno tipo II contiene fibras sueltas en una matriz fluida y se encuentra típicamente en los ojos y en el cartílago elástico de las articulaciones.
El colágeno tipo II también participa en el desarrollo y la protección de los órganos y algunos tejidos. Durante el proceso normal de envejecimiento, la cantidad de colágeno en el cuerpo disminuye y muchas personas desarrollan enfermedades como la osteoartritis cuando el cartílago de las articulaciones se desgasta.
El colágeno suplementario puede aliviar el dolor y reducir la inflamación relacionada con la osteoartritis.
El colágeno tipo III es responsable del sostén, especialmente de los órganos, músculos y vasos sanguíneos. Aproximadamente entre el 1 y el 2 % del tejido muscular está compuesto de colágeno. El colágeno tipo III también desempeña un papel importante en la salud cardíaca, ya que mantiene la integridad estructural de las arterias.
Las arterias fuertes tienen menos probabilidades de desarrollar aterosclerosis, una enfermedad que suele provocar accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. Un nivel adecuado de colágeno también puede contribuir a aumentar los niveles de colesterol HDL beneficioso, lo que reduce aún más el riesgo de enfermedades cardíacas.
El colágeno tipo IV está muy extendido en la piel y cumple una función protectora . El colágeno tipo IV defiende al cuerpo de los patógenos y de la absorción de toxinas a través de las capas de la piel. El colágeno también ayuda a las células cutáneas a crecer , regenerarse y eliminar las células muertas.
Los suplementos de colágeno pueden hidratar la piel seca y mejorar la apariencia de las arrugas al aumentar la elasticidad de la piel. Los suplementos de colágeno pueden incluso estimular al cuerpo a producir colágeno adicional y otras proteínas estructurales como la elastina y la fibrilina .
Normalmente, la reparación de la piel se produce como resultado de un mejor flujo sanguíneo estimulado por el colágeno.
El colágeno tipo V está presente en el cabello y le proporciona estructura . Cuando hay suficiente colágeno, se garantiza el crecimiento adecuado del cabello y una pérdida mínima del mismo. El colágeno trabaja en estrecha colaboración con la queratina, la proteína más extendida en el cabello, para proteger y fortalecer cada hebra de cabello.
Con la edad, todos los tipos de colágeno se debilitan , la producción disminuye y la calidad del colágeno que se produce disminuye. Estos efectos son más evidentes en las articulaciones, como las rodillas (debido a la disminución del cartílago elástico) y la piel.
La estructura de la piel cambia drásticamente con la edad, reduciendo su elasticidad y fuerza y permitiendo el desarrollo de arrugas.
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Agréguelo a su café de la mañana, a una bebida deportiva o a un batido post entrenamiento para asegurarse de tener el “pegamento” necesario para mantener sus articulaciones, huesos, piel, corazón y más lo más saludables posible.